Silvia Lorenzo Madrid
Madrid
Se dice del Levante tarifeño que es un viento tan intenso que vuelve loca a la gente. Los rumores que arrastran las fuertes brisas en Zaragoza, Tenerife o, incluso, la tramontana son parecidos. Lo que no se cuenta, sin embargo, es que, en ocasiones, determinadas islas griegas se ven azotadas por ventoleras intensas que pueden estropear las vacaciones a cualquiera; que pueden, como el Levante, hacer perder la razón.
La idea del viento como tormento arraigó a los 20 años en la mente de Alex Michaelides (Chipre, 1977), el escritor que fue aclamado como una promesa en el género del thriller por su primera novela, La paciente silenciosay que se consolidó como ilusionista del enigma con Las Doncellas. Acaba de publicar La furia (Alfa*guara), la crónica de una muerte anunciada en la que trenza el desconcierto con lo perturbador.
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- Redacción: LUIS ALEMANY Madrid
- Redacción: RICHARD OSMAN
"Una vez, estuve atrapado en Grecia un tiempo porque el viento era terrible. Me pareció una forma estupenda para mantener a alguien en algún lugar", asegura el escritor en una conversación con este diario en las oficinas de su editorial.La furia está inspirada en los libros de Agatha Christie: "Es un intento de ver qué sucedería si introdujera personajes psicológicamente realistas en una de sus novelas", explica Michaelides.
La furia es la historia de una renombrada actriz de Hollywood, Lana Farrar, que viaja a Aura, su isla privada en el mar Egeo, junto a dos amigos y su familia. "Escribí la novela entera en Chipre y el personaje de Lana era para Uma [Thurman]", explica Michaelides. La amistad entre el escritor y la actriz se remonta a la etapa del primero en el mundo del cine. Michaelidis fue guionista, escribió Un robo inesperado pero acabó frustrado. "Creo que en cierto modo estaba en el trabajo equivocado", cuenta el chipriota.
La trama deLa furiaes teatral y sarcástica. Cuando aparece el cadáver de uno de los personajes, la historia comienza a acelerarse hasta el desenlace del crimen. Elliott, un amigo de la artista, narra los hechos e invita al lector a conocer a fondo a los personajes desde una ironía que tiende al cinismo. Sin embargo, cuando parece que Michaelides ha completado el cubo de Rubik del misterio, le da otra vuelta y el lector descubre que todavía queda una cara más por completar. "Los cambios y las sorpresas fueron apareciendo a medida que los escribía", explica Michaelides, que compara la exhaustiva planificación que requirieron sus dos novelas anteriores con la trama improvisada de La furia.
"Me preocupaba que el ritmo fuese lento", confiesa el novelista. "Pensé que cuanto más me metiese en la cabeza de los personajes, más lo ralentizaría". Aún así, Michaelides retrata los perfiles psicológicos de sus siete personajes, Farrar y su corte, con precisión de cirujano. A lo largo de su trayectoria como escritor, la psicología cobra gran protagonismo, es uno de sus grandes intereses: "Todos estos personajes me parecían personas muy reales, en mi cabeza eran niños con heridas".
La infancia y la relación con los padres es un elemento clave de la novela, que intenta explicar los motivos que llevan a alguien a cometer un crimen: "Creo que el daño que sufren algunas personas puede remontarse a una infancia maltrecha", dice Michaelides. La niñez define el carácter de las personas. El escritor se desplaza entre los traumas y heridas de sus personajes porque "carácter es lo mismo que destino".
De la misma manera en que sus dos anteriores novelas beben de la mitología griega, La furia se basa en la frase de Herácl*to que asegura que "el carácter del hombre escribe su destino". "La vinculo a la psicología y a la niñez, lo que convierte esta historia en un debate interesante sobre la naturaleza humana", explica Michaelides.
En cierta medida, La furia es una crítica a los defectos de Hollywood, una industria con la que el autor mantiene una relación de amor-odio: "Mucha gente que aspira a la fama y fortuna lo hace porque huye de algo de su pasado. Lo que se busca es validación externa, aprobación y algún aplauso", dice Michaelides. A pesar de ello, el escritor va adaptar La furia a la gran pantalla, de la misma manera que su primera novela La paciente silenciosa, que continúa en proceso de preproducción.
"Todos los escritores que conozco que no han triunfado se han negado a cambiar elementos de sus novelas con rigidez", comenta el escritor chipriota. La furia le ha permitido explorar otras facetas como escritor, soltarse y dejar que la historia siga su propio curso. "Me encanta escribir, es como un impulso. No sé qué otra cosa haría", dice Alex Michaelides, que adelanta que su próxima novela se inspira en el mito de Afrodita.
El amor en un thriller es complicado, quizás más que la posibilidad de volverse loco en una isla. Pero, al fin y al cabo, el autor conoce las fronteras que delimitan la ficción y lo verosímil de la misma manera que conoce el viento que azota las islas.
